Pequeños grupos se acercaban a la puerta a ver "de qué iba", pero acto seguido entraban y se lanzaban a probar la gastronomía alemana regada por una gran jarra de líquido lupulado. Incluso balanceaban las jarras cuando el amenizador de la velada entonaba cánticos cerveceros de los que se esperan en este tipo de actos.
Bastantes caras con rasgos alemanes, algo que no nos sorprende teniendo en cuenta la alta presencia de germanos en la Palma.
También añadiré fotos, pero por ahora sirva de muestra este pequeño video.
¡¡¡Salud!!!
...Prost!!!!
ResponderEliminarPues...eso mismo!!!
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