Parece que el amigo Brito logró la cumbre ayer. Las condiciones climátológicas seguían siendo malas pero abrió un poquito justo el tiempo necesario para llegar a ella.
El ascenso tomó desde el campamento base unas 10 horas. El resultado, cara quemada por la exposición a las radiaciones de alta montaña, dedos congelados, cansancio extremo... Todo ello reversible, según nos contaba.
Ahora se dedicará este par de días que le quedan por la zona, a explorarla, pero de una forma más tranquila.
¡Felicidades y ánimo para las seis restantes!!!